Introducción:
Presentación inicial del protagonista
Este guión va de una familia feliz que se ve envuelta en una difícil situación cuando
se trasladan a un nuevo hogar. Esperan encontrar unos vecinos como los que tuvieron en su anterior hogar, y se encuentran con la vecina paranoica, que hará todo lo posible por deshacer a esta familia.
Entorno de presentación
El guión se desarrollará la lo largo de toda la historia en las afueras de Barcelona.
Situación
Describo esta situación como una situación dramática. Seguiremos el centro de atención del personaje (preocupación). El centro de atención del personaje será la vecina Sara, una mujer paranoica que hará como he dicho anteriormente todo lo posible por deshacer a una familia que es feliz, apoderándose de su hija y de marido. Pero gracias a la hija del matrimonio el padre (Pablo) no será asesinado como hizo con su anterior marido.
En el centro de Barcelona un matrimonio cumplirá dentro de poco su sueño que tantos
años habían esperado y que con tanto esfuerzo habían logrado. Actualmente viven en un
piso del centro de la ciudad, en el cual han vivido durante 10 años, es un piso acogedor y pequeño, pero tranquilo con un vecindario estupendo...
Pero con el paso de los años ambos han reunido valor y esfuerzo para conseguir una de
sus metas: comprarse una casa mas grande y esa meta la han conseguido. Dentro de un
mes aproximadamente abandonarán su piso para irse a vivir a una casa situada a las
afueras de Barcelona.
Estando en la habitación, Marga y Pablo comentaban sus aspiraciones, sus deseos de
trasladarse...
-Tengo muchas ganas de trasladarme, comentó Marga alegremente
-Si, hemos ansiado tanto este hogar, tanto esfuerzo, dijo suspirando Pablo
-La verdad, cariño, no es que quiera irme porque me sienta mal aquí. Todo lo contrario, me siento bien, la gente es estupenda, tenemos a nuestras familias
también mas cerca, pero también cambiar de aires no nos ira mal, opina su mujer.
-Tienes toda la razón, cielo. Hicimos bien al fin y al cabo comprarla, afirmo
Pablo.
-Además, prosiguió Marga, tenemos a Isabel, aún es pequeña pronto cumplirá los
diez años de edad, así que creo que a esa edad cambiarse también le gustará.
-Si aunque tengamos que cambiarla de colegio, creo que se acostumbrara. Bueno
cariño, mejor que nos vayamos a dormir, sé que aún falta un mes para trasladarnos pero seria conveniente que una mañana empezáramos a hacer la mudanza...propuso Pablo
-Si, el tiempo pasa de prisa, pero estoy contenta, sabes?, volvió a afirmar Marga.
-Lo se, y yo también. Buenas noches que descanses.
-Buenas noches.
Al día siguiente Pablo se levantó antes que su mujer, sigilosamente fue acercándose al armario para escoger su vestimenta, una camisa blanca con una corbata beige y unos
pantalones azul marino seguido de sus zapatos negros de charol. Pablo trabajaba en una empresa de turismo, y algunas veces tenia que viajar, pero Marga se acostumbró e
incluso a veces si se lo permitían su mujer podía acompañarle.
Mientras Marga empezaba a despertarse, Pablo ya estaba dispuesto a irse hacia la cocina a prepararse el café.
Al rato su mujer le iba detrás...
-Te hago el café cariño?, le preguntó Marga, bostezando.
-Ah, buenos días, ya te has despertado... No te preocupes ya casi esta listo.
-Quieres uno?, le pregunto Pablo
-Luego me lo haré, cuando me acabe de despertar del todo, además no quiero que llegues tarde al trabajo, le contesto su mujer
-Esta bien, cariño, hasta el mediodía.
-Durante toda la mañana después de que Isabel se fuera al colegio, Marga se la pasó
retirando algunos muebles, preparándolos para la mudanza. No quería que luego con las
prisas se le amontonaran. Además sabia que si no comenzaba ella antes era porque
Pablo al llegar del trabajo esta cansado, y así de esta forma ella adelantaría mas...
Se hizo el mediodía cuando Pablo ya estaba de vuelta a casa, Marga estaba preparando
la mesa, cuando se dio cuenta de la llegada de su marido
-Hola! Ya he llegado, dijo Pablo
-Ah, hola cariño, que tal el día?, le pregunto
-Bien, como siempre alguna que otra reunión y demás....Por cierto he visto al entrar que algunos muebles los has puesto en el recibidor, contestó dejando su maleta en el suelo.
-Así es, los muebles que he podido mover los he puesto allí, para así nos sea mas
fácil a la hora de trasladarnos, como tu dijiste.
-Claro, además pensaba este fin de semana hacerlo, ya que tendré tiempo. Iban pasando las semanas, y llego la ultima semana del mes.
-Casi esta listo!, exclamó Marga
-Al menos cuando llegue el señor de las mudanzas lo tendrá preparado, reafirmo Pablo.
-Espera!, tengo una gran idea!, volvió a exclamar Marga
-Cual?, de la casa dices......dijo Pablo dudando
-Isabel!, Isabel!, puedes venir un momento, gritó llamando a su hija
-Si voy!, dijo desde su habitación.
-Cariño, se me acaba de ocurrir hacernos una foto de despedida, propuso Marga
-Voy a preparar la cámara, dijo sonriendo su marido
-Sonreíd!, Genial!.
Se acercaba el día esperado por todos, por la tarde del 19 de septiembre se trasladaban a su nuevo hogar, por la mañana se despidieron de sus vecinos:
-Que tengáis buena suerte!, exclamaron sus vecinos
-Si tenemos muchas ganas de ir, nuestra hija también esta muy contenta, verdad?
-Si muy contenta, haré nuevos amigos, dijo sonriendo
-Escuchad!, lo que sea, si necesitáis algo, sabéis que os ayudaremos en lo que
necesitéis, dijeron los vecinos.
-Os damos las gracias, cuidaros muchos.
-Por cierto, Marga si tenéis tiempo algún día pasad por aquí, ya sea para tomar
algo o hablar, volvieron a responder
-Si claro!, faltaría mas. Muchos besos a todos
De esta forma se despidieron de sus vecinos, habían sido muy buenos vecinos durante
todo estos años, y esperaban lo mismo de sus nuevos vecinos. Claro esta. ¿Cómo serian
sus nuevos vecinos?, ¿Serian así de majos, como los que tuvieron?, Faltaba poco tiempopor saberlo.
Ya había llegado la hora de subirse al coche y empezar su trayectoria hacia el nuevo
lugar. Como mencioné anteriormente era una casa situada a las afueras de
Barcelona.
Durante el camino se lo pasaron cantando y riendo, se les veía felices, de hecho lo
eran.
Se acercaban al lugar y a lo lejos se podían divisar unas cuantas personas reunidas,
se aproximaron, era el nuevo vecindario.
-Buenas tardes, dijeron ellos
-Buenas tardes, contestaron
-Sois de la comunidad? Pregunto una chica rubia de unos 29 años de edad.
-Si compramos una casa aquí, la de la esquina contestó Pablo
-Cual? Esa que hay junto a ese árbol....No me digas! Exclamo, entonces seremos vecinos, yo vivo al lado. Mucho gusto.
-Igualmente.....
-Ah por cierto mi nombre es Sara, intervino
-Yo soy Pablo, y esta es mi mujer Marga y mi hija Isabel
-oh... que guapa es!, se parece a su padre...dijo sonriendo
-Ya nos veremos, hasta luego
-Hasta luego, lo que sea ya sabes estamos al lado.
Seguidamente entraron en la casa, era un pasillo largo que daba a la sala comedor,
seguidamente venia la cocina, una cocina lo bastante grande y cómoda para que Marga
hiciera sus cosillas.
Luego se podía divisar una escalera que por lo que se intuía daba a las habitaciones.
Tres habitaciones, una que seria la de invitados, la tendrían como salita y las dos
restantes serian la de Isabel y la de ellos con sus respectivos baños.
-Es maravillosa, verdad!, dijo Marga
-Si, si lo es, dijo Pablo
Durante unos días comenzaron a habituarse a la nueva casa y al nuevo vecindario.
Ambos fueron con Isabel a matricularse en el nuevo colegio. Y una noche la vecina de
al lado les hizo una visita:
-Toc, Toc!
-Marga fue a abrir la puerta....
-Hola que tal la nueva casa?....fue lo primero que oye Marga al abrir la puerta.
-Hola Sara!, pasa mujer.
-Muy bien, nos hemos acostumbrado deprisa y la niña también.
-Me alegro...Yo también me he acostumbrado
-Vives sola? Pregunto Marga..
-Si, mi marido falleció, le dijo
-Oh, lo siento mucho, ¿quieres tomar algo?
-Bueno, no quiero molestar...
-Pasa mujer, estas como en tu casa, repuso su marido.
Mientras tomaban un café...iban hablando sobre la comunidad de vecinos. No volvieron
ha hablar de su marido, puesto que no querian que se sintiera incómoda. Y como sería
su vecina intentaron que se sintiera a gusto.
-Conoces a todos los vecinos, Marga?, preguntó Sara
-Aún no, he estado atareada esta semana recomponiendo las cosas en su sitio, con
la que hemos conocido tan solo has sido tu, le contestó.
-Ah! Por cierto...y la pequeña Isabel...como esta?, preguntó curiosa
-Isabel!, baja un momento, conocerás a nuestra vecina...gritó Marga desde abajo.
-Hola chiquitina!, que tal estas?, te gusta tu nueva casa...le dijo Sara haciéndole
una carantoña en la mejilla.
-Si me gusta...y me encuentro muy bien..eh bueno me voy a mi cuarto, dijo refunfuñando para si.
-Que le ocurre? Preguntó preocupada Sara
-Nada, mujer. Aún se acostumbra al cambio, le contestó Pablo con una sonrisa.
A Isabel no le gustó la carantoña, ni esa mujer. Que no era una chiquitina como ella
dijo, a pesar de todo no le cayo en gracia...
Como era de suponer sus padres y la vecina lo dejaron en un berrinche de una niña que
se aun no se acostumbra al nuevo cambio y siguieron la charla como aquí no pasó nada.
-Bueno Sara y a que te dedicas?, preguntó Pablo
-Me dedico a la pintura, no trabajo en ninguna empresa, pero gran parte del día la
dedico a la pintura.
-Ah, interesante, dijo pensativo
-Y entonces Sara, tienes algún lugar donde poder pintar tus cosas?, pregunto
Marga
-No, no...en mi casa he hecho un especie de estudio donde tengo todas mis obras,
reafirmo
-Que tipos de cuadros sueles pintar?....volvió a preguntarle Pablo
-Ay, hombre no seas pesado....esta tarde no paras de hacer preguntas, le intervino
su mujer, dándole un esquivazo con la mano.
-Que va, no se preocupe...no me importa, contestó Sara con una leve sonrisa de
amabilidad. Suelo pintar retratos, aunque pocos, la verdad. De lo demás...no
tengo ningún tema en concreto, puedo pintar algo que para alguien no tenga
sentido y para mi lo tenga...explico Sara.
-Ahá, debe ser interesante, volvió a decir Pablo, nunca he conocido a un artista.
-Bueno, gracias por el café. Me ha gustado mucho conoceros. Pero se ha hecho
un poco tarde.
-Lo que quieras, ya sabes, se despidió Pablo
-Te acompaño hasta la puerta, le dijo Marga
-Otro día os invitaré, lo que pasa es que aún la tengo un poco desordenada.
-Tranquila mujer, no hay prisa...hasta otro día
-Adiós.
Marga entró en la casa, miro el reloj y se asombró de la hora, no pensaba que fuese tan tarde. Acercándose hacía Pablo ambos recogieron la mesa con prudencia para no
despertar a Isabel.
Tenían un aire algo cansado, y un poco de resignación por parte de Marga por como se
había comportado Isabel. Pero ambos se encontraban bien.
-Estaban dispuestos a descansar...cuando Isabel llamó a su madre:
-Mama!, Mama!, estas dormida?, preguntó
-Marga aún no se había dormido y se levanto con parsimonia al cuarto de Isabel
-Si...me has llamado. Que te ocurre, no te puedes dormir?...
-La verdad es que no. Quiero decirte una cosa pero tengo miedo a que te
enfades...dijo Isabel algo tímida.
-Enfadarme? Porque....haber dime lo que te pasa, le contestó su madre
-Quería decirte que esa mujer que ha venido hoy no me gusta. No se, la veo
extraña...
-Cariño, no digas tonterías, es conocerla nada mas, ya verás que con el tiempo te
gusta...ahora a dormir que mañana tienes que levantarte pronto.
-Vale, buenas noches mama
-Buenas noches, que descanses
Marga miró a su marido por si aún estaba dormido, y no lo estaba:
- Que tenia Isabel?, pregunto extrañado
- Nada, nada que ahora sea importante, le contesto
- Pero dímelo, mujer, contesto nuevamente
- Nada importante, ya te lo diré mañana. Es tarde.
- De acuerdo. Buenas noches.
Después de un largo día ambos pudieron llegar a dormirse. Al día siguiente se tenían
que levantar pronto, Pablo para ir a trabajar y a Marga para acompañar a Isabel al
colegio.
-Ring!, Ring!, sonó el despertador de la mañana
-Venga pues....a levantarse!, dijo repentinamente su mujer
-Cuando no eres tu que te quedas dormida, soy yo, dijo riendo pablo.
-Ah, por cierto...respecto a Isabel....que te dijo ayer noche, preguntó Pablo
-Cariño, prefiero decírtelo al mediodía, de acuerdo...cuando ella este en el
colegio, contestó Marga
-Bueno, de acuerdo, si así lo prefieres, entonces este mediodía, asintió su marido
Una vez Pablo se hubo marchado al trabajo, Isabel se vistió para acompañar a Isabel a la escuela, aún no sabía el camino para ir. Una vez acompañado a Isabel, estaba dispuesta a hacer la comida, cuando el teléfono sonó:
-Dígame...preguntó Marga
-Hola hija!, soy yo, , que tal el traslado? Preguntó su madre
-Oh! Mamá muy bien, un día de estos tienes que venir a vernos, pregunto
animada Marga
-Si claro, ya tengo ganas, respondió su madre
-Esta quedando muy bien, volvió a afirmar Marga
-Por cierto Marga, llamaba porque esta noche tu hermano nos ha invitado a cenar a todos...pero antes me lo ha preguntado a mi si tu podrías venir, por eso te he
llamado.
-Si claro que iremos....pero y Isabel. No se si se aburra oyéndonos hablar de
cosas de la casa. Bueno mama, sabes que? Este mediodía cuando llegue Pablo te
lo digo, de acuerdo?, propuso Marga
-De acuerdo, venga hasta luego.
-Hasta luego
Nuevamente volvió a pasar la mañana rápida, y Pablo volvía una vez más del trabajo,
dejando la chaqueta en el colgador y la maleta en su sitio.
-Hola! Saludo Pablo
-Hola...estoy en la cocina, contesto su mujer
-Si...ya voy, estoy dejando algunas cosas y voy para allá, dijo su marido
-Espero que no hayas trabajado mucho..le dijo Marga divertida.
-Algo si....tengo un hambre de lobo, contesto Pablo
-La comida ya esta en la mesa, le respondió Marga
-Oye, cariño que es lo que me tenias que decir...si es que me llegas a decir claro
Mientras Marga iba a por los cubiertos comenzó a hablar:
-Ayer por la noche Isabel me comentó que no le gustaba Sara, nada mas. Como
ves no es nada importante, le dijo Marga
-Ah...bueno es raro, porque a Marga todo el mundo le cae bien, me extraña,
contestó meditando
-Hombre, no te preocupes son cosas de críos.
-Eso espero, no me gustaría que nos lleváramos mal solo porque a nuestra hija no
le gusta, a mi me cae bien y a ti también, contestó Pablo
-Ah!, también ha llamado mi madre, esta noche nos invitan a cenar en casa de mi
hermano, le anunció Marga
-Ah si, estupendo! Que gran idea, supongo que le habrás dicho que íbamos,
verdad?, preguntó Pablo
-Bueno...aún no le he contestado..resulta que a donde vamos a dejar a
Isabel?....antes lo teníamos bien, se quedaba con Paquita nuestra vecinita. Pero
ahora, ya me dirás con quien la dejamos...dijo dudando
-Ay, mujer! Si eso no es un problema...dijo sonriendo Pablo
-Ah no?, que quieres decir... acaso sabes de alguna niñera o conocido que este
cerca que se pueda quedar con ella...?, dijo Marga pensativa.
-Cariño, reflexionemos un poco, se lo podemos pedir a Sara...Si a Isabel le cae
mal, como tu dices, que mejor que si Sara puede quedarse esta noche con ella, a
lo mejor luego nuestra Isabel le acaba gustando nuestra vecina...le contesto
Pablo acogiéndole de la mano.
-Humm...en parte tienes razón, pero como se lo digo a Isabel, ella no querrá.
-Tu sabrás hacerle entrar en razón, ya lo veras..dejo claro Pablo.
-Uy, las tres y cuarto, me tengo que ir volando al trabajo...llegare tarde.
-Nos vemos, hasta la noche
-Hasta la noche.
Isabel no tardaría en llegar a casa del bus nuevo que habían puesto en dirección a su
casa, cuando Marga ya había llamado a su madre para avisarle de que irían a cenar. Y se disponía a hablar a Isabel del plan de ambos.
-Como ha ido el colegio?, preguntó Marga
-Muy bien, pero de que querías hablar...dijo dudando
-Bueno, cariño, esta noche nos han invitado a cenar a casa de tu tío...
-Jo, que rollo!, interrumpió Isabel.
-No me has dejado acabar. Tu no vendrás, te quedaras aquí, respondió su madre
-Ah vale!, que vendrá Paquita?, preguntó
-Bueno, Paquita ahora vive lejos al lado de donde estamos nosotros, ella ya no
podrá venir, así que hemos decidido tu padre y yo que si puede Sara venir a estar
contigo... le contesto su madre algo preocupada por la respuesta.
-Sara!!, a mi no me gusta, prefiero quedarme sola antes que venga ella, contestó
irritada.
-Isabel no quiero enfadarme contigo, pero Sara es una buena chica. Ya veras
como te acabara gustando, así que ahora iré a su casa para ver si puede venir...
Isabel enfadada empezó a subir las escaleras y se fue a su habitación, en la mente Isabel no podía entender que si había dicho la noche anterior que Sara no le caía bien porque ahora ella tenia que venir a su casa...
Mientras Marga ya estaba hablando con Sara:
-Buenas tardes!, dijo Sara
-Buenas tardes...puedo pasar? Pregunto Marga
-Bueno....si, ya te dije que tenia la casa aun hecha un desastre...dijo balbuceando
-De acuerdo, solo venia para ver si me podías hacer un favor...contesto Marga
-Si claro, vayamos fuera a la terraza a hablar, dijo Sara con amabilidad
-Sara, te importaría quedarte con Isabel esta noche en mi casa? Tenemos una
cena, y no sabemos con quien dejarla, dijo Marga
-Naturalmente!, me gustaría mucho, me encantan los niños, y Isabel es muy
maja, dijo entusiasmada Sara
-Oh, Sara te lo agradezco mucho, no se lo que hubiéramos hecho sin ti
-Faltaría mas, sobre que hora vengo? Pregunto
-Sobre las ocho.
-De acuerdo, ya tengo ganas.
Ya casi eran las ocho de la tarde y Marga y Pablo se arreglaban para irse. E Isabel aun refunfuñando entre dientes, se encontraba en el salón de la casa con los brazos cruzados y de mal humor. No podía evitar ver el ir y venir de sus padres y de tanto en tanto ojear el reloj de la paradora.
Marga se puso un vestido azul celeste junto con un collar y unos pendientes a juego con ese color y Pablo una camisa azul marina con unos pantalones oscuros.
Ya arreglados oyeron el timbre, sería Sara:
- Ding, dong!
-Hola Sara, pasa...abrió la puerta Pablo
-Que tal!, oh, señor pablo, esta muy guapo, le insinuó Sara
-Por favor, no me llame señor, llámeme Pablo. Ya tenemos confianza no es
cierto?, le contesto
-Cierto, Pablo. Y su mujer no esta en casa....pregunto con curiosidad
-Si, si....ya voy, dijo Marga desde su habitación
Bajando por las escaleras, Marga le entrego a Sara una lista de teléfonos de localización,y algunas notas de lo que no debía hacer Isabel, a que hora se tenia que ir a la cama, etc...
-Buenas noches Sara, recuerda estas en tu casa, le volvió a reafirmar Pablo
-No se preocupen, Isabel y yo nos lo pasaremos muy bien
-Adiós.
Sara se dirigió en el sofá donde estaba Isabel. Se sentó a su lado y empezaron a hablar:
-Hola! Isabel...no me dice nada..? pregunto Sara
-Hola...dijo tímidamente Isabel
-No te gusto verdad?, sabes...cuando te vi me recordaste a mi cuando tenia tu
edad. Las dos somos rubias, y ademas te veo una niña fuerte de carácter, me
equivoco?
-Como puedes saber como soy si no me conoces?, le pregunto Isabel
-Me enseñas tu habitación?..le pregunto Sara cambiando de tema
-Si claro, es ahí arriba.
Las dos subieron las escaleras y Sara conducida por la niña fue guiándose hacia el
interior de la casa. Al entrar en la habitación Isabel se sento en su cama, tambaleándose y mirando a Sara.
-Oye Sara....mama te ha dado algunas notas..? pregunto
-Si, si que me las ha dado, pero eso no significa que las cumpla, respondio
-No te entiendo...
-Muy sencilla Isabel, te pondre un ejemplo para que lo entiendas. Por ejemplo es
como en el colegio te dan deberes y te dicen de hacerlos pero tu vas y no los
haces...le explico
-Pues yo hago lo mismo, no sigo las instrucciones de tu mama, entiendes?
-Y entonces cuales son las tuyas...dijo dudosa
-Las mias, son muchas pero de momento te dejare ver la tele, irte a dormir hasta
tarde, lo que tu quieras hacer...
-En serio!, contesto animada.
-Claro, totalmente en serio. Oye...puedo echarle un vistazo a toda la casa? Le
pregunto Sara
-Claro que si, me caes bien...nunca he tenido una vecina tan diferente...añadió
Isabel
-Soy tu amiga, una amiga especial. Lo puedes considerar asi. Te enseñare mucho
ya veras...le dijo Sara
Sara se paseo por toda la casa, por cada rincón, lo observaba todo desde un cuadro a un simple objeto. Era como si lo grabase todo, recordando detalle por detalle. En cambio Isabel algo confusa en lo que le dijo, de tambalearse en la cama y bajo las escaleras y puso la música alta. Sara no le dijo nada, seguía mirando la casa, sin hacer caso a lo que hacia Isabel. De cada vez Isabel se iba creyendo lo que le había dicho.
Lo siguiente que hizo fue irse a la cocina y ponerse a comer helado de chocolate, fue
entonces cuando Sara hizo lo mismo.
Ahora Isabel veía en Sara una verdadera amiga, como ella había dicho era especial. Y
así pasaron toda la noche haciendo mil unas.
Entonces Isabel le pregunto a Sara:
-Mama no quiere que como chocolate... que le ves ha decir cuando vea el tarro
vacío?, pregunto algo atemorizada
-Nada. No te preocupes, diré que me lo he comido yo. Un día te enseñare, lo que
he aprendido durante todo este tiempo, por cierto cuantos años tienes? Pregunto
curiosa
-Tengo nueve y medio, el domingo próximo cumplo diez años, contesto
-Un día de estos os enseñare a ti a tu padre la sala donde tengo todos mis
cuadros...a tu padre se le vio interesado con mi pintura.
-Yo quiero pintar...me enseñaras?, pregunto entusiasmada
-Claro que si.
-Sara son casi la una, creo que iré a dormir, contesto Isabel
-Tienes razón, no sea cosa que tus padres vean que sigues despierta
-Buenas noches
-Buenas noches
Al cabo de un rato, los padres de Isabel llegaron:
-Esa niña puede llegar a ser mía, y su padre también si llego a conquistarlo, ahora
su mujer, ya veremos que hago con su mujer, pronunciando estas palabras en sus
labios se reflejaba una sonrisa.
-Toc!, Toc!
-Ya hemos llegado, dijeron a la vez
-Buenas noches que tal ha ido? Pregunto
-Nos lo hemos pasado muy bien, respondió Pablo
-Que tal Isabel?, pregunto Marga
-Oh es un encanto, nos lo hemos pasado las dos juntas muy bien. He seguido las
instrucciones que me dio.
Saco de su bolsillo el papelillo con las notas, y se las entrego a Marga.
-Bueno Sara gracias por todo, ahora me voy hacia arriba, digo Marga
-Pablo me ha gustado mucho estar con su hija, le dijo Sara
-Me alegro.
-Antes que me vaya, Pablo le apetecería mañana ver mis cuadros...
-Claro, me encantaría verlos, cuando quieras..
-Pablo te va bien quedar mañana a primera hora, insinuándole a la vez que le
retocaba la corbata torcida.
-Me gusta haber encontrado una vecina como tu, se despidió Pablo.
-Buenas noches, Pablo, hasta mañana.
A la mañana siguiente Sara le llamó al móvil, para que fuese a su casa, si podía ser apasar casi todo el día.
-Si..
-Hola soy Sara, puedes venir a mi casa, no te arrepentirás de ver mis obras, le
dijo atrevida.
-Estoy seguro, pero por luego por la tarde tengo trabajo, le contesto
-Ah...no lo sabia, que pena, te necesito, necesito de un hombre como tu para que
me su opinión...le suplicó Sara.
-Bueno, aun puedo arreglarlo, dijo pensativo
-Escúchame Pablo, si puede venir, ven solo, a nadie le he enseñado mis cuadros,
y no se, siento tener mas confianza contigo que con tu mujer...le contesto Sara
-No te preocupes, mi mujer hoy se ha ido a casa de su madre ha hacerle
compañía, y puedo pedir libre en el trabajo, además hoy por la tarde tambien es
el cumpleaños de mi hija.
-Oh gracias, muchas gracias, no se como te devolveré el favor, le contesto
Iba a colgar cuando Sara le dijo:
-Ah, una ultima cosa, trae a Isabel, me dijo que también le gustaría verlos.
-Esta hecho.
Mientras iba conduciendo en su vehículo de camino hacia la casa de Sara, Pablo se
satisfacía de que alguien le pidiera consejos. Además nadie había visto su casa, el seria el primero en verla.
Estaba llegando cuando Sara ya le esperaba en la puerta con unos vaqueros ajustados y
una camiseta sin tirantes negra, y en la mano una brocha de pintura.
Pablo supuso que estaba pintando en esos momentos.
-Hola me alegro de que hayas venido, dijo Sara
-Yo también tenia ganas venir, agregó Pablo
-Pasa, ten cuidado aun hay muebles y trastos por en medio, contesto
Al entrar la estructura de la casa era similar a la suya, lo diferenciaba el de tener apenas muebles...Pero en su interior todo parecía normal como lo sería una casa con sus habitaciones y demás.
Sara lo condujo hacia una habitación subiendo por las escaleras, la cual conducía al
lugar donde ella pintaba sus obras.
-Ya hemos llegado, anunció Sara
-Tengo ganas de verlas, contesto Pablo
-Y yo, papa, intervino Isabel
Entraron en una habitación bastante grande, al verla Pablo supuso que había juntado dos habitaciones formando así una sola. Así era.
-Entrad, por favor, dijo Sara
-Cuantas obras!, tienes un montón, exclamo Pablo
-Si, bueno...no son nada del otro mundo, pero en algunas me siento identificada.
-Oh! Un gatito, exclamó Isabel.
-Si desde que mi marido murió, me ha hecho mucha compañía.
-Pero tu padre me ha dicho que hoy es tu cumpleaños, verdad?
-Si, lo es.
-Ese gatito es para ti, te lo regalo, estoy segura que será muy feliz contigo al igual que lo ha sido para mi estos años.
-Que bien!, papa me lo puedo quedar verdad?, pregunto
-Claro que si cariño, dijo sonriéndole
Las obras que en cuarto se mostraban se podían apreciar bastantes pinceladas al aire, sin un dibujo que pudiese simbolizar algo, y en todos los cuadros se podía apreciar los colores muy vivos, muy intensos, resaltando la mayor parte de ellos el rojo. A ratos daban algunos como miedo.
-Puedo jugar con el gatito?, pregunto Isabel
-Claro que si, cariño, afirmo Sara
Mientras Isabel se fue detrás del gatito jugueteando hasta conducirla abajo en el sótano, en un sótano oscuro que apenas del techo descolgaba una diminuta lámpara. Intrigada Isabel fue recorriendo junto al gatito todo aquel pasadizo lleno de papeles y nuevamente cuadros de intensos colores.
Mientras arriba Sara y Pablo comentaban las maravillas de sus obras:
-Son maravillosas, admitió Pablo
-Son mi pasión, en ellas expreso mis deseos, aunque no se vean muy claramente.
Tomamos café?...propuso Sara
-Te sienta muy bien esos vaqueros... le dijo Pablo guiñando un ojo
-Y tu tienes una hija estupenda
-Bueno, si es mi Isabel, no lo puedo negar...
-Te preocupa algo?, puedes decírmelo...tenemos la suficiente confianza, le
contesto Sara
-Eh...si lo se. Durante estos meses me he dado cuenta...que me estoy enamorando
de ti, dijo con voz tenue.
-Pensaba que nunca lo dirías, yo siento lo mismo por ti desde que te vi
A partir de ese momento sus miradas se cruzaron de forma inevitable y empezó en ese
cuarto el romance que debían tener. No se sabe si era amor o no lo era. Pero en ese
instante se deseaban el uno al otro.
Mientras, abajo estaba Isabel ojeando los papeles y observando los cuadros. De entre
todos esas obras se fijo muy detalladamente en uno de los cuadros, era idéntica a la foto que ella y sus padres se hicieron al irse del piso. Con la única diferencia en que en lugar de su madre estaba Sara.
Extrañada siguió caminando por si encontraba algo mas. Al final del cuarto encontró
otra obra de las tantas que había, pero que esta también le llamo la atención, era un
retrato de un hombre moreno, partido por la mitad con un cuchillo.
Seria su marido el que falleció?...Y porque tenia el retrato dibujado de ella, su padre y la propia Sara en vez de su madre?....y la pregunta que hizo mantener esa información callada, ¿Cómo consiguió la foto?. Ella no se la había dado...
Tanto misterio comenzó a intrigarla, hasta que fue a sentarse en un escalón para
descansar y poder comprender todo aquello. A la hora de sentarse noto que el ladrillo
estaba roto, entonces se dio cuenta de que se podía abrir, en su interior había algo, un librito pequeño, en el cual ponía “el Diario de Sara”.
Comenzó a leerlo muy detenidamente, palabra por palabra, pagina por pagina, en el
describía todos los pasos que hizo para matar a lo que fue su marido...por lo visto
conquisto a ese hombre llevándole al grado de conquistarle para luego matarle y
apoderarse de sus bienes cuando se muriese.
¿Acaso pretendía hacer lo mismo con su padre?, eso no podía ser... Sara la mujer que
había puesto en ella su confianza, el de ser su amiga, ahora le estaba traicionando...Con tantas sorpresas y no de su agrado se echo a llorar hasta finalmente quedarse dormida junto al gatito, un gato con los ojos verdes y atigrado.
En cambio arriba, se encontraban Sara y Pablo, reanimando las fuerzas que le quedaban
para que cuando llegara su mujer encontrarle en su casa...o en la casa de ella...
-Por cierto, Sara...donde esta Isabel?
-Oh, debe de estar con el gatito...
-Si supongo que si
Pasó una hora desde que Isabel se durmiera, y al despertarse lo primero que hizo fue
avisar a la policía, tenia que prevenir algo que ya había pasado. Asi que llamó antes de que su padre y ella la encontrasen entre tanto papel:
-Hola...me llamo Isabel, dijo con voz temblorosa
-Hola, quieres algo?, le contestaron
-Si. Podrían venir a la urbanización Tenor de Barcelona...Temo que mi padre este
en apuros
-En apuros, explícate mejor chiquilla.
-El diario...el diario de esta mujer pone que mato a su marido y creo que intentara
hacer lo mismo con mi padre....por favor vengan rápido antes de que sea
demasiado tarde...YA!
-De acuerdo, vamos para allá
-Gracias
Para que no sospecharan nada, Isabel subió donde estaba su padre con aquella cruel
mujer, esperaba que se encontrase bien...
-Papa...!, estas ahí...dijo gritando
-Si cariño, Sara y yo te estábamos buscando..., dijo con voz algo nerviosa
-Papa, no seria mejor que saliéramos fuera, para cuando mama vuelva nos vea?,
propuso Isabel.
-Tu hija tiene razón, mas vale que vayamos, le dijo Sara guiñándole un ojo
A la salida de la puerta, Marga venia hacia casa, cuando les vio:
-Ah, Pablo pensaba encontrarte en casa, dijo dudando
-Si, es que Sara me enseñaba sus obras
-Ah, claro...
Al cabo se oía de lejos el ruido de la policía llegar...en dirección a la casa de Sara, pero Sara cuando vio la policía intento huir..
-Policía!, alguien llamado Sara vive por aquí?, preguntaron
-Si, ahí esta...., dijo gritando Isabel
-Eh...pero que es esto, dijo exaltado Pablo
-Papa, Sara quería conquistarte y luego matarte al igual que a su marido, lo leí en
su diario en el sótano
-Maldita niña!!, desgraciada!, ya veras cuando te atrape...gritaba desesperada
Sara
-Pablo, no me digas que...dijo abatida su mujer
-Marga te lo puedo explicar...
Al fina la policía se llevo a Sara, supongo que no volvería a salir de la cárcel. Despuésde todo esta encrucijada, Isabel procura estar lo mas cerca de sus padres, apoyándoles.
Y por parte de sus padres, Pablo, sigue pidiéndole perdón a Marga por el error que tuvo
y Marga intentando perdonarle...aunque no creo que para ninguno de los tres sea ahora
uno de sus mejores momentos.
Con el tiempo esperaremos que esta familia vuelva a recuperarse de las heridas.
Sin embargo la Sara que así se hacia llamar, no volverá a destrozar ninguna otra familia,ni a matar a ningún otro hombre.
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